18 septiembre 2010

Usos de Husos

Krisar, el flautista de Hamelin
Medio día caía en el parque. Y el flautista estaba sentado en una banca con media sombra sobre el, la otra mitad era dominada por el sol, que tenia ya muchas ganas de incinerar aquél cuerpo delgado y un poco vacilan te que estaba en el parque, puesto que era la única anima que se había quedado fuera de la comodidad de algún techo en todo el pueblo, Y probablemente en varios kilómetros a la redonda. O al menos eso creía el músico, pues no había visto mas que pajaros revolotear su cabeza, unos cuantos insectos y la persecución que el perro de seguridad le dio a su persona.
No bien se había sentado allí cuando comenzó a sentir el calor del sol en su espalda, que se supone protegía su capucha y capa que llevaba. Cuando escucho una suave y melodiosa voz que cantaba alegremente a lo lejos. Una muchachilla cantaba mientras una canasta llevaba sobre su cabeza, y se acercaba por un camino que le ponía frente al cancionero. ella se detuvo un instante para mirarlo, pues parecía dormido.
─Disculpe ─le dijo con suavidad─ ¿señor?
Aquel hombre no se movió. Estaba haciéndose el dormido, pues si miraba a los ojos a aquel ser tan maravilloso, estaba completamente seguro que quedaría enamorada de ella, y si se quedaba en aquel pueblo adormilado y de vida tranquila y lenta, no tendría posibilidad de llegar a su destino.
─¿Que quiere?─ le respondió con brusquedad
─Queria avisarle─ contesto la señorita, sin mostrar el mas mínimo signo de molestia ─que no debería quedarse tanto tiempo al sol con esa capucha negra, probablemente su piel sufra mucho bajo el calor intenso, y no me gustaría verle con heridas, ni quejandose de algo que pudo haber evitado.
─Tomare su concejo, puede irse
Ella lo miro un poco mas de cerca, y el alejo su mirada. no era difícil darse cuenta que aquel hombre tenia hambre. y que estaba sucio y cansado.
─Mi señor, en su rostro diviso el cansancio, el fantasma del hambre esta sobre usted, y no puedo permitirme que alguien como vuestra persona pase por tantas desgracias. Por ende queda usted invitado a mi hogar, mi madre tiene muchas habitaciones libres donde puede limpiarse, y comerá muy rico con nosotros. Pero solo si es su deseo...

Una disculpa por no terminarlo, el sueño me gana

2 comentarios:

  1. hijo te felicito relamente escribes maravilloso me enkanta, en verdad sigue asi, pero termina la historia q me dejas pikada haha te quiero sam

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  2. Disculpa madre mia, que mi inspiracion suele terminarse cuando la cancion se termina, pero te prometo que seguire terminando todo lo que comienzo, aunque sea para beneficio ignoto

    yo tambien te quiero (:

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