08 febrero 2011

Desde las proyecciones

El la miro de pie. Ella lloraba desconsolada, repitiendo las palabras que una y otra vez revelaron el producto de su existencia. Algo tenia que decir para calmarla...
─Minerva... no puedes quedarte así, tienes que reponerte. Si de algo sirve, podemos intentar reparalo.─
─No puede ser... no puede ser... lo hizo, no puede ser, no volveré a creer... no puede ser...
─Deja de decir eso, mira, no siempre es así...─
─NO! TU DEJA DE SER CONDESCENDIENTE!!!─ Grito la chica ─¿¿Sabes lo que vi...? no tienes idea. Que sabes tu del mundo... viste, ahg... Buda, enserio... Nosotros los humanos somos todos demonios, con la desicion de hacer cosas buenas sin oportunidad de una retribución. Nos la pasamos todo el tiempo hambrientos de la vida, dominados por los monstruos mayores, todos tirando hacia diferentes lados, en dirección de ellos... somos solo demonios con la opción de hacer lo bueno de vez en cuando.─
Silencio adentro. Gritos tras las ventanas. La luz ambarina parpadeo un par de veces antes de apagarse, dejando las figuras borrosas de los desvanecidos en manos de la promiscua oscuridad.

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