Bueno, llegamos.
Despues de un poco mas de 4 horas llegamos a Totatiche. Bonito lugar de gente sencilla, con sus casas y calles tranquilas junto a una iglesia de colonial mirada, figura dominante en el verde paisaje masajeado por las lluvias de verano, sobre el plomizo marco del cielo. A la distancia pude ver sus paredes de roca, y a su alrededor una aura que te transportaba al pasado, al adobe, a los carruajes junto a la plaza, donde era costumbre salir en fin a dar vueltas alrededor de un kioski con vuestro mejor traje, esperando impresionar alguna timida y linda señorita que aceptace terminar el paseo a su lado.
Nubes sobre nosotros amenazaron con arruinar la vista nocturna del gran espectaculo que daban las estrellas. Por suerte el hambiente fue amable, y pudimos empalagar nuestras mentes con el dulce sabor de la filosofia.
Dentro de la casa, el aroma a frescura y la reconfortante amplitud de las paredes me recordola forma como queria que fuera mi casa: con un inconfundible aroma a tranquilidad, con la acojedora impresion de que siempre, vas a ser bienvenido, sin importar quien seas o de donde vengas.
Al recostarme en la cama (curiosamente tenia 3 pisos de colchon.) recorde a alguien. Una persona con quien soñaba pasar una noche respirando su aroma... pero solo estaba Johor ¬¬
Asi me dormi, asi me pase un dia en Totatiche,
Despues de un poco mas de 4 horas llegamos a Totatiche. Bonito lugar de gente sencilla, con sus casas y calles tranquilas junto a una iglesia de colonial mirada, figura dominante en el verde paisaje masajeado por las lluvias de verano, sobre el plomizo marco del cielo. A la distancia pude ver sus paredes de roca, y a su alrededor una aura que te transportaba al pasado, al adobe, a los carruajes junto a la plaza, donde era costumbre salir en fin a dar vueltas alrededor de un kioski con vuestro mejor traje, esperando impresionar alguna timida y linda señorita que aceptace terminar el paseo a su lado.
Nubes sobre nosotros amenazaron con arruinar la vista nocturna del gran espectaculo que daban las estrellas. Por suerte el hambiente fue amable, y pudimos empalagar nuestras mentes con el dulce sabor de la filosofia.
Dentro de la casa, el aroma a frescura y la reconfortante amplitud de las paredes me recordola forma como queria que fuera mi casa: con un inconfundible aroma a tranquilidad, con la acojedora impresion de que siempre, vas a ser bienvenido, sin importar quien seas o de donde vengas.
Al recostarme en la cama (curiosamente tenia 3 pisos de colchon.) recorde a alguien. Una persona con quien soñaba pasar una noche respirando su aroma... pero solo estaba Johor ¬¬
Asi me dormi, asi me pase un dia en Totatiche,
Que rico empalagarse con pura filosofía, justamente en mi trabajo acabo de hacer un oficio para el municipio de Totatiche.
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