10 enero 2012

Del desastre.

Mi mente colapsa baja las estructuras de mi imaginacion. Uno simplemente se deja llevar ante las correas de la cultura. La razón se somete a mis cambios y finalmente trato de salir.
Me arrastro entre promesas de hormigon, la dulce nostalgia moja mi cabeza. Me alimenta, alienta a avanzar. paso junto a adictos del vació, cadáveres que roban mi atención y le convierten en atención. Una viga inamovible de dudas bloque mi odisea mental donde antes estaba un camino insensible. Pero una confianza fuera de lugar se acomoda entre mis huesos, donde una alianza de cariño afianza mi camino. No me puedo detener, no me quiero detener. El humo incesante compara mi deseo con la oxidada relación del deseo y me susurra que puedo avanzar así este intranquilo, sin anhelos o sin consuelo.
A la larga se que saldré, empolvado de recuerdos, mojado de cariño, sucio de urbanidad y cansado de la realidad.

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