14 marzo 2013

Normalmente.

Todos los días me encuentro con dobleces del pensamiento en los comentarios de otras personas. Y me refiero a dobleces por que crean alguna clase de conflicto dentro de mi pensamiento. Es como si de repente viera implícito en el comentario algo que es mio, y con lo que todavía no se luchar, pero al mismo tiempo lo saco de mi, y se lo pongo de adjetivo a otra persona. Aunque, si lo pienso mas tranquilo, diría que es un desliz de mi percepción.
Este es un vídeo de mi actor favorito, Roberto Benigni. Mi inspiración personal a la poesía y a la mentalidad mas divertida con la que me he topado. Con una filosofía del disfrute, encarna los gustos mas extraños, las ambiciones mas intranquilas y problemas que pudieran parecer enormes, de la manera mas relajada y animada que alguna vez tuve tiempo de escuchar.
 Me gusta pensar que el amor, de la forma con la que el señor Benigni trata de explicar, forma parte de la vida cotidiana, es una actitud que va mas allá de la confianza entre parejas, con la impresión del amor como algo que supera por mucho la definición que se le da normalmente. Pero en fin. Esto solo es un pedazo de desvarió en el océano de la información.

 ¿Saben? por fofo y ridículo que parezca creo que todavía me falta todo por aprender. Pero es lo que menos me preocupa, prefiero vivir el presente preocupandome solo de respirar un poco, y lo demás...

 solo es esfuerzo.

2 comentarios:

  1. ... y entre respiro y suspiro, se nos acumulan las preguntas, del qué, del cómo, de quiénes somos y hasta cuando.

    Quiero pensar en el amor, como algo más inabarcable que un complejo ejercicio de nostalgia, o la aspiración a una completud, o perdices correteando por doquier... Quiero y no puedo. Me agotan, me agitan las preguntas...

    Un abrazo

    A.

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  2. Si!, jaja
    Ese hilito que se nos queda cuando alguien habla.

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