03 noviembre 2010

De las pretenciones sin sentido

Ahh... PUTA MADRE LA VIDA. Que curioso la existencia se vuelva un simple enmarañamiento de momentos.
Hellblazer
El hacer o el deshacer de nuestros pecados o virtudes nos mantiene inutilizados o indiferentes ante nosotros mismos. 
Sentir que nuestros contrastantes embates por la supervivencia se convierten en otra cosa, que efimeras construcciones vanas que nos desenvuelven en meros retazos de la escencia que tantos filósofos desenvainan sobre el baúl de papel mas cercano. No es de extrañarnos que la rutina diaria nos convierte en guitarras cada vez mas desafinadas o pianos enpolvado. Trigo maduro que se pudre en el campo a merced de las alimañas carroñeras que impacientes se retuercen en su propio humus de hedor inconsciente... incluyendome.

Bosque helado, en la penumbra de un amanecer permanente
Lentamente dejamos que los amores se vayan, que las nubes de alegría que tenemos a nuestro alcance de deshagan entre nuestros dedos victimas del viento prisionero de la voluntad de planeta. Como intentamos ignorar las vidas que amorosamente nos tienden su brazo cálido y suave sobre nosotros como como relojes, relojes pacientes que esperan con calma y tranquilidad por segundos que ya han pasado, esperando que se repitan, como marcando un tiempo que no entendemos, con el segundero de nuestras palpitaciones inspiradoras que dejamos sin importancia, como las efimeras lunas, que ignotas nos envían mensajes codificados de los cuales ya conocemos sus significados, sus frías y trémulas advertencias en forma de azules rayos a los que ya son muy pocos los imbéciles que ponen atención. Queriendo recordar momentos que pasan frente a nuestros ojos ensimismados en las cosas que jamas entenderemos...

Son como las vidas violentas de escencias que desconciertan
Vives como puedes, cuando menos lo quieres


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