02 marzo 2011

Sentidos: Tacto.


La oscuridad nos envolvía. Callados de un beso quedaron nuestras angustias. Mis dedos palpan tu cintura, se deslizan delicadamente por tu figura. No necesito un solo profeta más de mis placeres para saber que esta desnuda, expectante de todos los movimientos que nuestros cuerpos tibios quieren realizar… el tiempo no me sobra, pero lentamente llego a tu espalda. Tu cabello se presenta como la más mínima presencia de feminidad en ti. Aparto la delicada cascada de suavidad y llego a tu espalda, besar un poco más y llegar a tu cuello. El beso es premisa de la pasión que aguarda como una bestia impaciente encerrada en una jaula hecha  de tiempo metálico y pesado, que decidirá en que momento dejar salir todo ahora que la noche es joven. No quiero olvidar tu tacto cuando todo se halla acabado y no estés mas ara mantener tibia mi cama…

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