08 septiembre 2011


A veces se escribe para la humanidad, para un amigo, queriendo no olvidar eventos imposibles o historias que nos hacen ser nosotros mismos.
Pero... hoy temprano, esta madrugada fria y monotona, a miles de kilometros del primer rayo de sol con la compañia tremula de esta lampara que se acompleja en mi cuarto, quisiera escribir para mi. No solo para leer esto un futuro, o que mis hijos le hechen a la lectura. Es... es solo para recordar lo mucho que necesitaba un abrazo. No dire que tuyo, por que un poco de cariño ahora es bienvenido.
De esos abrazos largos y sinceros que te hacen olvidar la vida, sentir que todos los problemas de la vida son bromas ligeras y el sueño tranquilo al fin me relaje la carne de manera indefinida...

Solo un abrazo, en esta noche sin luna, es lo que pido.

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