Es de noche. Siempre es de noche.
Mi sombrio cuarto pelea contra una enfermedad llamada desorden, donde yo soy la bacteria que consume su propio mundo.
La ventana pestañea rojo y azul mientras los faroles de la calle se asustan al iluminar el camino de una patruya que aulla suplicando ayuda en la distancia. Nadie Responde.
En las paginas De la historia, de vez en cuando algo mas que el destino sale y esta de tu lado, pero hoy, este no es el caso.
Me consumo al saber que a estas 4 de la madrugada estas solamente en mi cabeza. Y un cigarro, mi amigo letal, se consume conmigo.
Recuerdo cuando perfumaste mi conciencia de estabilidad. Consentiste mis sentidos en la cama y sin embargo ya perdí la cuenta de las caricias que no te devolví, y de los rencores contra los que te hice estrellar.
Un camión ruge sin voluntad tras los barrotes de mi ventana. Comienzo a fumar un nuevo sol, mientras veo a las estrellas morir otra vez, ahogadas por la ola de luz que arroja el día.
Mi sombrio cuarto pelea contra una enfermedad llamada desorden, donde yo soy la bacteria que consume su propio mundo.
La ventana pestañea rojo y azul mientras los faroles de la calle se asustan al iluminar el camino de una patruya que aulla suplicando ayuda en la distancia. Nadie Responde.
En las paginas De la historia, de vez en cuando algo mas que el destino sale y esta de tu lado, pero hoy, este no es el caso.
Me consumo al saber que a estas 4 de la madrugada estas solamente en mi cabeza. Y un cigarro, mi amigo letal, se consume conmigo.
Recuerdo cuando perfumaste mi conciencia de estabilidad. Consentiste mis sentidos en la cama y sin embargo ya perdí la cuenta de las caricias que no te devolví, y de los rencores contra los que te hice estrellar.
Un camión ruge sin voluntad tras los barrotes de mi ventana. Comienzo a fumar un nuevo sol, mientras veo a las estrellas morir otra vez, ahogadas por la ola de luz que arroja el día.
Siempre es de dia.
Me ha hecho sentirme un poco más desdichada que antes, con mis propias desgracias inevitables de mi vida actual.
ResponderEliminarHoy tampoco es mi día, y espero que mañana no ocurra lo mismo que ayer y anteayer.
A veces la vida es algo injusta.
Me cobijo entre tus escritos, pues sólo deambulo de madrugada por exceso de sueño y falta de ganas de soñar.
Pero me cobijo, que es lo importante.
"Siempre cuesta un poquito empezar a sentirse desgraciado"
Saludos.