Lentamente, se abrieron los ojos de aquel joven. Miro entre el oscuro manto del velo de colores imposibles las siluetas lactosas de dos seres, antihombres de iluminaicon inverosimil que danzaban con humildad en un insensato cuadro de colores negativos.
Entonces el oscuro manto del cielo fue retirado abruptamente por el Dios dorado, y los angeles blancos se deshicieron en alaridos inaudibles que se mantuvieron permanentemente en la mirada del observador vacio.
Para que recuerden que la vida es un cuento. Quiero... quiero sanar mis penas con aceite de laberintos psicologicos. Subir al agujero magno de tus razones, mirar por la ventana del alma y usarte, para hacerme feliz, y que me uses, para hacerte feliz. Como cuando veo aquellos mares ignotos de superficies calmas, hechas monstruos en su interior. Este blog es para expresar el eterno correr de mis dedos sobre el papel, la tierra o la piel. PD: Pinche alfredo culero...
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